domingo, 27 de noviembre de 2011

Resumen Primer tomo, sección cuarta, Capitulo 12.

CAPÍTULO XII

DIVISIÓN DEL TRABAJO Y MANUFACTURA

1.      Doble origen de la manufactura

La cooperación basada en la división del trabajo cobra forma clásica en la manufactura. Como forma característica del proceso capitalista de producción, este sistema impera durante el verdadero período manufacturero,...va desde mediados del siglo XVI hasta el último tercio de siglo XVIII.

La manufactura surge históricamente de dos modos.

Uno consiste en reunir en un solo taller bajo el mando del mismo capitalista a los obreros de diversos oficios independientes, por cuyas manos tiene que pasar el producto hasta su terminación. Así...un coche es el producto colectivo de los trabajadores de toda una serie de artesanos independientes: carreros, talabarteros, costureros, cerrajeros, latoneros, torneros, tapiceros, vidrieros, pintores, barnizadores, doradores, etc. La manufactura de coches reúne en un taller todos estos oficios y los entrelaza.

En un principio, la manufactura de coches no es más que una combinación de oficios independientes. Poco a poco, se va convirtiendo en un sistema de división de la producción de coches en las diversas operaciones especiales que la integran, cada una de las cuales se erige en función exclusiva de un obrero, siendo ejecutadas en conjunto por la colectividad de estos obreros parciales. Del mismo modo, mediante la combinación de diversos oficios bajo el mando del mismo capital, surgieron la manufactura de paños y toda otra serie de manufacturas.(pag.273) 

Pero la manufactura puede también nacer por un camino inverso, cuando el mismo capital reúne simultáneamente en el mismo taller a muchos oficiales que ejecutan el mismo trabajo o un trabajo análogo, que hacen, por ejemplo, papel o tipos de imprenta o agujas. Es un caso de cooperación en su forma más simple. Hasta que sobrevienen diversas causas externas, que obligan a utilizar de otro modo la concentración de los obreros en el mismo local y la simultaneidad de sus trabajos. Se requiere, por ejemplo, entregar dentro de un plazo una cantidad más o menos grande de mercancías terminadas. Para lograrlo, se distribuye el trabajo. En vez de hacer que un mismo oficial ejecute, unas tras otras, todas las operaciones, éstas se desglosan, se aíslan y separan en el espacio, confiándose cada una de ellas a un oficial distinto, para que entre todos, en régimen de cooperación, fabriquen la mercancía deseada.

Esta distribución que comienza siendo casual, se repite, acredita ventajas especiales, y, poco a poco, va cristalizando en sistema, bajo la forma de división del trabajo. De producto individual de un artesano independiente, que lo hace todo, la mercancía se convierte en producto social de una colectividad de artesanos, especializados cada uno de ellos en una operación parcial distinta.

Como se ve, los orígenes de la manufactura y su derivación del artesanado son dobles.

De una parte, la manufactura brota de la combinación de diversos oficios independientes, que mantienen su independencia y su aislamiento hasta el instante en que se convierten en otras tantas operaciones parciales y entrelazadas del proceso de producción de una misma (pag.273) mercancía. De otra parte, la manufactura brota de la cooperación de artesanos afines, atomizando su oficio individual en las diversas operaciones que lo integran y aislando éstas y haciéndolas independientes hasta que cada una de ellas se convierte en función  exclusiva y específica de un obrero.

Pero cualquiera que sea su punto de partida, su forma final es siempre la misma: la de un mecanismo de producción cuyos órganos son hombres.

Para comprender bien el alcance de la división del trabajo en la manufactura, es esencial no perder de vista los siguientes puntos.

En primer lugar, el análisis del proceso de producción en sus fases especiales coincide aquí por entero con la descomposición de un oficio manual en las diversas operaciones parciales que lo integran. Pero sean simples o complejas la ejecución de estas operaciones conserva su carácter manual, dependiendo por tanto de la fuerza, la destreza, la rapidez y la seguridad del obrero individual en el manejo de su herramienta.

El oficio manual sigue siendo la base de todo. Esta base técnica estrecha excluye un análisis verdaderamente científico del proceso de producción, ya que todo proceso parcial recorrido por el producto ha de ser necesariamente susceptible de ser ejecutado como trabajo parcial manual. Y esto, el hecho de que la pericia manual del operario forme aquí la base del proceso de producción, hace que cada obrero sólo se asimile una función parcial y que su fuerza de trabajo se convierta en órgano vitalicio de esta función. Finalmente, esta división del trabajo es una modalidad especial de cooperación, muchas de cuyas ventajas se derivan, no de esta forma específica de cooperación, sino de su carácter general.

2.  El obrero parcial y su herramienta

Si nos detenemos a analizar de cerca y en detalle este proceso, vemos ante todo que el obrero, reducido a ejecutar de por vida la misma sencilla operación, acaba por ver convertido todo su organismo en órgano automático y limitado de esta operación, la cual hace que necesite, para ejecutarla, menos tiempo que el oficial obligado a ejecutar por turno toda una serie de operaciones distintas. El obrero total combinado que forma el mecanismo viviente de la manufactura es, en realidad, una suma de obreros parciales y limitados de este tipo. Comparada con los oficios independientes la división del trabajo permite, pues, producir más en menos tiempo, o lo que es lo mismo, potencia la fuerza productiva del trabajo.
Además, los métodos del trabajo parcial se perfeccionan, al hacerse inde-(pag.274)pendientes, como otras tantas funciones exclusivas de diversos obreros. La repetición constante de las mismas operaciones concretas y la concentración de la mente en ellas enseñan, según lo demuestra la experiencia, a conseguir el efecto útil perseguido con el mínimo desgaste de fuerzas. Y como en la misma manufactura conviven y trabajan juntas siempre varias generaciones de obreros, los secretos técnicos del arte descubierto por unas van consolidándose, acumulándose y se transmiten a las siguientes. La manufactura crea...el virtuosismo del obrero especializado, reproduciendo y llevando a sus últimos límites, de un modo sistemático, en el interior del taller, la diferenciación elemental de las industrias con que se encuentra en la sociedad. (pag.275)

Aquí, la mayor productividad se debe, bien al mayor gasto de fuerza de trabajo en un espacio de tiempo dado, es decir, a la mayor intensidad del trabajo, bien a la disminución del empleo improductivo de fuerza de trabajo.

El rendimiento del trabajo no depende sólo del virtuosismo del obrero, sino que depende también de la perfección de las herramientas con que trabaja. La diferenciación de los instrumentos de trabajo, gracias a la cual instrumentos de la misma clase adquieren formas fijas especiales para cada aplicación concreta, y su especialización, que hace que estos instrumentos especiales sólo adquieren plena eficacia y den todo su rendimiento en manos de operarios parciales especializados, son dos rasgos característicos de la manufactura. (pag.276)

Con esto, la manufactura crea una de las condiciones materiales para el empleo de maquinaria, que no es más que una combinación de instrumentos simples.

El obrero especializado y su herramienta forman los elementos simples de la manufactura. Estudiemos ahora esta forma de producción vista en su conjunto.

3. Las dos formas fundamentales de la manufactura: manufactura heterogénea y manufactura orgánica.

La organización de la manufactura presenta dos formas fundamentales que, aunque a veces aparezcan combinadas, representan dos tipos esencialmente distintos y desempeñan un papel radicalmente distinto también, sobre todo por lo que se refiere a la transformación ulterior de la manufactura en la gran industria basada en el mecanismo. Este doble carácter responde a la naturaleza de los trabajos realizados. Unas veces, el objeto fabricado está compuesto por un conjunto puramente mecánico de productos parciales independientes; otras veces, es el resultado de una serie sucesiva de manipulaciones y procesos enlazados entre si.

Una locomotora...está formada por más de 5.000 piezas independientes. El reloj que comenzó siendo producto individual de un artesano de Nuremberg, fue convirtiéndose en el producto social de un conjunto de obreros parciales, encargados respectivamente de fabricar las piezas en bruto, los muelles, la esfera, el espiral, los agujeros en que van las piedras y las palancas con rubíes, las manillas, la caja, los tornillos y el dorado, trabajos que luego se subdividían en una larga serie de variedades...(pag.277)

El segundo tipo de manufactura, que es su forma más perfecta, produce artículos que recorren toda una serie de fases y procesos gradua- (pag.278)les, como ocurre por ejemplo con el alambre en las manufacturas de agujas, que pasa por las manos de 72 y hasta 92 obreros parciales especializados. Comparada con el artesanado, esta forma de producción supone un  aumento de  fuerza productiva, aumento que tiene su origen en el
carácter  cooperativo  general  de  la  manufactura. El  obrero  colectivo,  formado por
la combinación de obreros detallistas, tira del alambre con una parte de sus muchas manos, armadas de instrumentos, a la par que con otras manos y otras herramientas lo estira, lo corta, lo aguza, etc. Esto permite suministrar más mercancías acabadas en el mismo tiempo.

Es cierto que aquella simultaneidad responde a la forma cooperativa general del proceso colectivo de trabajo, pero la manufactura no se limita a recoger y continuar las condiciones(pag.279) de la cooperación tal y como las encuentra, sino que en parte las crea desglosando el trabajo artesanal. Por otra parte, si consigue esta organización social del proceso de trabajo, es a costa de encadenar siempre al mismo obrero a la ejecución del mismo detalle. El resultado del trabajo de unos forma el punto de partida del resultado del trabajo de otros.

La experiencia se encarga de señalar el tiempo de trabajo necesario para la consecución del efecto útil apetecido en cada proceso parcial, y el mecanismo total de la manufactura descansa sobre la premisa de que en un tiempo de trabajo dado se puede alcanzar un resultado dado. Sin esta premisa, no podrían interrumpirse ni empalmarse en el tiempo y en el espacio los diversos procesos de trabajo que se complementan los unos a los otros.

Es evidente que esta interdependencia directa de los trabajos y, por tanto, de los obreros que los ejecutan, obliga a éstos a no invertir en su función más que el tiempo estrictamente necesario para realizarla, con lo que se establecen una continuidad, una uniformidad, una regularidad, una reglamentación, y sobre todo una intensidad del trabajo completamente distintas a las de los oficios independientes e incluso a las de la cooperación simple.

En el régimen de producción de mercancías, la concurrencia impone como norma imperativa la de que en la fabricación de una mercancía no se invierta nunca más que el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción, puesto que, para decirlo en términos superficiales, cada productor tiene que vender sus mercancías a los precios del mercando.

En la manufactura, la fabricación de una determinada cantidad de productos en un tiempo determinado es una ley técnica del propio proceso de producción.

Sin embargo, diversas operaciones exigen distinto tiempo y suministran, por tanto, en el mismo tiempo, cantidades distintas de productos parciales. Por consiguiente, para que el mismo obrero pueda ejecutar día tras día la misma operación, es necesario que, tratándose de operaciones distintas, se emplee un número proporcional y distinto de obreros; por ejemplo, en una manufactura de tipos de imprenta, en la que el fundidor funde 2.000 tipos a la hora, l rompedor rompe 4.000 y el frotador pule 8.000, la proporción deberá ser de 4 fundidores y 2 rompedores por 1 frotador. (pag.280)  Este régimen desarrolla, a la par con la ramificación cualitativa, la regla cuantitativa y la proporcionalidad del proceso social del trabajo. (pag.281)

Pero a pesar de las muchas ventajas que la manufactura combinada supone, ésta no llega a adquirir jamás, sobre sus propias bases, una verdadera unidad técnica. Para ello, tiene que transformarse en industria maquinizada.

Durante el período manufacturero, que en seguida de aparecer proclama como principio consciente la reducción del tiempo de trabajo necesario para la producción de una mercancía, va desarrollándose esporádicamente el empleo de máquinas, sobre todo para ciertos procesos primarios simples, susceptibles de ser ejecutados en masa y con gran despliegue de fuerzas. Así, por ejemplo, en las manufacturas papeleras se introducen muy pronto los molinos de papel, destinados a triturar los trapos, y en la industria metalúrgica los llamados molinos quebranta-(pag.282) dores, destinados a triturar el mineral.

La época del artesanado nos entrega las grandes invenciones la brújula, la pólvora, la imprenta y el reloj automático. Pero en líneas generales, la maquinaria desempeña todavía en esta época aquella función secundaria que Adam Smith le asigna a la par de la división del trabajo. La maquinaria específica del período de la manufactura es, desde luego, el mismo obrero colectivo, producto de la combinación de muchos obreros parciales. (pag.283)

La limitación y hasta la imperfección del obrero parcial son las que determinan su perfección como miembro o parte integrante del organismo obrero total. Como las funciones del obrero colectivo son unas veces más sencillas y otras más complicadas, más primitivas o más desarrolladas, reclaman de sus órganos, de los obreros individuales, grados muy distintos de desarrollo, razón por la cual éstos poseen un valor muy diverso. De este modo, la manufactura va creando una jerarquía de fuerzas de trabajo, a la que corresponde una escala o gradación de salarios.
           
La manufactura crea, pues, en todos los oficios, una clase especial de obreros, la de los llamados peones, que no tenían cabida en la industria artesana. A la par que fomenta hasta el virtuosismo las especialidades parciales y detallistas a costa de la capacidad conjunta de trabajo, convierte en especialidad la ausencia de toda formación. La escala jerárquica del trabajo se combina con la división pura y simple de los obreros en obreros especializados y peones. Los gastos de educación de éstos desaparecen; los de los primeros disminuyen respecto (pag.284) al artesanado, al simplificarse sus funciones. El resultado, en ambos casos, es la disminución del valor de la fuerza de trabajo.

Hay, sin embargo, una excepción, que se da cuando el desdoblamiento del proceso de trabajo crea nuevas funciones complejas, que no se daban o no podían darse con la misma extensión en la industria artesana.

4. División del trabajo dentro de la manufactura y división del trabajo dentro de la sociedad.

Hemos estudiado...los orígenes de la manufactura, luego sus elementos simples, el obrero parcial y su herramienta, y finalmente su mecanismo de conjunto. Ahora, examinaremos rápidamente la relación que existe  entre la división del trabajo en la manufactura y la división del trabajo en la sociedad, como base general de la producción de mercancías. Si nos fijamos en el trabajo mismo, podemos considerar la división de la producción social en sus grandes sectores, la agricultura, la industria, etc., como división del trabajo en general, la clasificación de estos sectores en categorías y subcategorías como  división  del  trabajo en particular, y la división del trabajo establecida dentro de un taller como división del trabajo en el caso concreto.

La división del trabajo dentro de la sociedad, con la consiguiente adscripción de los individuos a determinadas órbitas profesionales, se desarrolla, al igual que la división del trabajo dentro de la manufactura, arrancando de puntos de partida contrapuestos.

Dentro de la familia, (pag.285) y más tarde, al desarrollarse ésta, dentro de la tribu, surge una división natural del trabajo, basada en las diferencias de edades y de sexo, es decir, en causas puramente fisiológicas, que, al dilatarse la comunidad, al crecer la población y, sobre todo, al surgir los conflictos entre diversas tribus, con la sumisión de unas por otras, va extendiéndose su radio de acción.De otra parte, brota...el intercambio de productos en aquellos puntos en que entran en contacto diversas familias, tribus y comunidades, pues en los orígenes de la civilización no son los individuos los que tratan, sino las familias, las tribus, etc.

Diversas comunidades descubren en la naturaleza circundante diversos medios de producción y diversos medios de sustento. Por tanto, su modo de producir, su modo de vivir y sus productos varían. Estas diferencias naturales son las que, al entrar en contacto unas comunidades con otras, determinan el intercambio de los productos respectivos y, por tanto, la gradual transformación de estos productos en mercancías.

No es el cambio el que crea la diferencia entre las varias órbitas de producción; lo que hace el cambio es relacionar estas órbitas distintas las unas de las otras; convirtiéndolas así en ramas de una producción global de la sociedad unidas por lazos más o menos estrechos de interdependencia.

Allí donde la división fisiológica del trabajo sirve de punto de partida, los órganos especiales de una unidad cerrada y coherente se desarticulan los unos de los otros, se fraccionan – en un proceso de desintegración impulsado primordialmente por el intercambio de mercancías  con otras comunidades – y se independizan hasta un punto en que el cambio de los productos como mercancías sirve de agente mediador de enlace entre los diversos trabajos.

La base de todo régimen de división del trabajo un poco desarrollado y condicionado por el intercambio de mercancías  es la separación entre la ciudad y el campo. Puede decirse que toda la historia económica de la sociedad se resume en la dinámica de este antagonismo, en cuyo análisis no podemos detenernos aquí. (pag.286)

Como la producción y circulación de mercancías son la premisa de todo régimen capitalista de producción, la división manufacturera del trabajo requiere que la división del trabajo dentro de la sociedad haya alcanzado ya cierto grado de madurez. A su vez, la división del trabajo en la manufactura repercute en la división del trabajo dentro de la sociedad, y la impulsa y multiplica. Al diferenciarse los instrumentos de trabajo, se diferencian cada vez más las industrias que los producen. La explotación manufacturera, encargada de fabricar todas las especialidades, da un nuevo impulso a la división territorial del trabajo, que circunscribe deter-(pag.287)minadas ramas de producción a determinadas regiones de un país.

La expansión del mercado mundial y el sistema colonial, que figuran entre las condiciones generales del sistema, suministran al período manufacturero material abundante para el régimen de división del trabajo dentro de la sociedad. Sin embargo, a pesar de las grandes analogías y de la concatenación existentes entre la división del trabajo dentro de la sociedad y la división del trabajo dentro de un taller, media entre ambas una diferencia no solo de grado, sino de esencia.

Donde más palmaria aparece la analogía es allí donde un vínculo interno une a varias ramas industriales. Así...el ganadero produce pieles, el curtidor las convierte en cuero y el zapatero hace de éste botas. Como se ve, cada uno de estos tres industriales fabrica  un producto gradual distinto y la mercancía final resultante es el producto combinado de sus trabajos específicos.

Pero, ¿ qué es lo que enlaza los trabajos independientes del ganadero, el curtidor y el zapatero ? El hecho de que sus productos respectivos tengan (pag.288) la consideración de mercancías.¿ Qué caracteriza, en cambio, a la división manufacturera del trabajo ? El hecho de que el obrero parcial no produce mercancías. Lo que se convierte en mercancía es el producto común de todos ellos.

La división del trabajo dentro de la sociedad se opera por medio de la compra y venta de los productos de las diversas ramas industriales; los trabajos parciales que integran la manufactura se enlazan por medio de la venta de diversas fuerzas de trabajo a un capitalista, que las emplea como una fuerza de trabajo combinada.

La división manufacturera del trabajo supone la concentración de los medios de producción en manos de un capitalista; la división social del trabajo supone el fraccionamiento de los medios de producción entre muchos productores de mercancías independientes los unos de los otros.

Claro está que las diversas esferas de producción procuran mantenerse constantemente en equilibrio...Pero esta tendencia constante de las diversas esferas de producción a mantenerse en equilibrio sólo se manifiesta como reacción contra el desequilibrio constante. La norma que en el régimen (pag.289) de división del trabajo dentro del taller se sigue a priori, como un plan establecido, en la división del trabajo dentro de la sociedad sólo rige a  posteriori, como una ley natural interna, muda, perceptible tan sólo en los cambios barométricos de los precios del mercado y como algo que se impone al capricho y a la arbitrariedad de los productores de mercancías.

La división del trabajo en la manufactura supone la autoridad incondicional del capitalista sobre hombres que son otros tantos miembros de un mecanismo global de su propiedad; la división social del trabajo enfrenta a los productores independientes de mercancías que no reconocen más autoridad que la de la concurrencia, la coacción que ejerce sobre ellos la presión de sus mutuos intereses...Por eso la misma conciencia burguesa, que festeja la división manufacturera del trabajo, la anexión de por vida del obrero a faenas de detalle y la supeditación incondicional de estos obreros parcelados al
capital como una organización del trabajo que incrementa la fuerza productiva de éste, denuncia con igual clamor todo lo que suponga una reglamentación y fiscalización consciente de la sociedad  en el  proceso  social de producción como si se tratase de una usurpación de los derechos inviolables de propiedad, libertad y libérrima “genialidad” del capitalista individual. En la sociedad del régimen capitalista de producción, la anarquía de la división social del trabajo y el despotismo de la división del trabajo en la manufactura se condicionan recíprocamente;...(pag.290)

Mientras que la división del trabajo dentro de la estructura total de una sociedad, se hallase o no condicionada al cambio de mercancías, es inherente a los tipos económicos más diversos de sociedad, la división manufacturera del trabajo constituye una creación peculiar y específica del régimen capitalista de producción.

5. Carácter capitalista de la manufactura

La existencia de un número relativamente grande de obreros que trabajan bajo el mando del mismo capital es el punto natural y primitivo de partida de la cooperación en general, y de la manufactura en particular. (pag.292) A su vez, la división manufacturera del trabajo convierte en necesidad técnica la incrementación del número de obreros empleados. Ahora, es la división del trabajo reinante la que prescribe a cada capitalista el mínimo de obreros que ha de emplear.

Ahora bien; al crecer el capital variable, tiene que crecer también necesariamente el capital constante, y al aumentar de volumen las condiciones comunes de producción, los edificios, los hornos, etc., tienen que aumentar, y mucho más rápidamente que la nómina de obreros, las materias primas. La masa de éstas, absorbida en un tiempo dado por una cantidad dada de trabajo, aumenta en la misma proporción en que aumenta, por efecto de su división, la fuerza productiva del trabajo.

Por tanto, el volumen mínimo progresivo del capital concentrado en manos de cada capitalista, o sea, la transformación progresiva de los medios de vida y de los medios de producción de la sociedad en capital, es una ley que brota del carácter técnico de la manufactura.

El mecanismo social de producción, integrado por muchos obreros individuales parcelados, pertenece al capitalista. Por eso la fuerza productiva que brota de la combinación de los trabajos se presenta como virtud productiva del capital. Mientras que la cooperación simple deja intacto, en general, el modo de trabajar de cada obrero, la manufactura lo revoluciona desde los cimientos hasta el remate y muerde en la raíz de la fuerza de trabajo individual. (pag.293)

En sus orígenes, el obrero vendía la fuerza de trabajo al capitalista por carecer de los medios materiales para la producción de una mercancía; ahora, su fuerza individual de trabajo se queda inactiva y ociosa si no la vende al capital. Lo que los obreros parciales pierden, se concentra, enfrentándose con ellos, en el capital.

Es el resultado de la división manufacturera del trabajo al erigir frente a ellos, como propiedad ajena y poder dominador, las potencias espirituales del proceso material de producción. Este proceso de disociación comienza con la cooperación simple, donde el capitalista representa frente a los obreros individuales la unidad y la voluntad del cuerpo social del trabajo.

El proceso sigue avanzando en la manufactura, que mutila al obrero, al convertirlo en obrero parcial. Y se remata en la gran industria, donde la ciencia es separada del trabajo como potencia independiente de producción y aherrojada al servicio del capital. (pag.294)

La cooperación basada en la división del trabajo, o sea, la manufactura, es, en sus orígenes, una manifestación elemental. Tan pronto como cobra alguna consistencia y amplitud, se convierte en una forma consciente, reflexiva y sistemática del régimen capitalista de producción. Y si esta forma cambia, es siempre, salvo en manifestaciones secundarias, al operarse una revolución en los instrumentos de trabajo. (pag.296)

Como forma específicamente capitalista del proceso social de producción – que, apoyándose en las bases preestablecidas, sólo podía seguirse desarrollando bajo la forma capitalista – , esta organización no es más que un método especial de creación de plusvalía relativa, un procedimiento para incrementar las ganancias del capital – la llamada riqueza social, “riqueza de las naciones”, etc. –  a costa de los obreros. Este método no sólo desarrolla la fuerza productiva social del trabajo para el capitalista exclusivamente, en vez de desarrollarla para el obrero, sino que, además, lo hace a fuerza de mutilar al obrero individual. Crea nuevas condiciones para que el capital domine sobre el trabajo. Por tanto, aunque por un lado represente un progreso histórico y una etapa necesaria en el proceso económico de formación de la sociedad, por otro lado es un medio de explotación civilizada y refinada. (pag.297)

La diferenciación entre las ramas de producción social hace que las mercancías se fabriquen mejor; los diversos instintos y talentos de los hombres buscan campo apropiado para desenvolverse, y, sin restringirse es imposible hacer nunca nada importante. Por tanto, la división del trabajo perfecciona el producto y el productor. (pag.298)
Como la pericia manual del operario es la base de la manufactura y el mecanismo total que en ella funciona no posee un esqueleto objetivo independiente de los propios obreros, el capital tiene que luchar constantemente con la insubordinación de los asalariados. Además, la manufactura no podía abarcar la producción social en toda su extensión, ni revolucionarla en su entraña. Su obra de artificio económico se vio coronada por la vasta red del artesanado urbano y de la industria doméstica local. Al alcanzar cierto grado de desarrollo, su propia base técnica, estrecha, hízose incompatible con las necesidades de la producción que ella misma había creado. (pag.300)

Uno de los frutos más acabados era el taller de fabricación de los propios instrumentos de trabajo, y sobre todo de los aparatos mecánicos complicados, que ya comenzaban a emplearse. Este producto de la división manufacturera del trabajo producía, a su vez, máquinas. Y la máquina pone fin a la actividad manual artesana como principio normativo de la producción social. De este modo se consiguen dos cosas. Primero, desterrar la base técnica en que apoyaba la anexión de por vida del obrero a una función parcial. Segundo, derribar los diques que este mismo principio oponía al imperio del capital. (pag.301)

1 comentario:

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